miércoles 9 de agosto del 2006
Mis nalgas también merecen un poema
siempre están atrás
olvidadas
no salen en las fotos
pero eso sí
se les cuida mucho
que nadie las toque
"para eso son, pero pídelas"
se dice
cuando alguien llega a tocarlas
pero una caricia de mujer
un beso
una pequeña mordida
¡ah! es una dicha
un territorio de placer
poco explorado
una aventura oculta
en la penumbra de una habitación ocasional
las nalgas de un hombre
también tienen su historia
pero son pocos, muy pocos
los que se atreven a revelarla
y las mujeres
solo observan y sonríen.
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