Una mañana llegué temprano a la escuela, la entrada es a la 7:30 y apenas eran las 7:00. Entré a la sala de maestros y ahí estaba la maestra Juanita, la más viejita de la escuela, se estaba durmiendo. La saludé y me dice: -Cuéntame un chiste, tú te sabes muchos. Ahora si, soy su payasito o qué. -Ah, sí, -le contesté- llega un niño a su casa y le dice a su papá, papá en la escuela me saqué un seis y el papá le contesta, ahí déjalo en el refri ahorita me lo echo. La maestra se ataca de la risa, ríe exageradamente, hasta golpea la mesa, -que bárbaro, que buen chiste- y sigue riéndose. Ese chiste nos lo contó un cómico en la posada de Navidad de la escuela y ella estaba ahí, todo se le olvida. Cuando se le pasa la risa, me dice: - Tú ya no lo cuentes, lo voy a contar yo.- Se ríe sola.
Saco una lista de alumnos y hago como que la reviso, entra el maestro de educación física, lo miro de reojo, este güey siempre llega tarde. Saluda a la maestra y ella le dice: -Te voy a contar un chiste muy bueno, mira, pon atención, este era Pepito, ya ves que Pepito es tremendo, estaba en la escuela, se portaba bien mal, hacía muchas travesuras, les pegaba a los demás niños, ya la maestra estaba cansada y que les pone un examen, era un examen parcial, un examen semanal y Pepito sacó un seis, Pepito estaba bien contento porque siempre sacaba cincos, hasta ceros y esta vez sacó un seis y se fue a su casa, ya era la salida, llega a su casa y ahí estaba su papá, bien borrachote, apenas era mediodía y ya estaba tomando, con la cervezota en la mano y le dice Pepito bien contento, papá, papá, la maestra me puso un seis y el papá contesta, guárdalo en el refrigerador al rato me lo tomo.
La maestra Juanita termina el chiste entre risas, mira al maestro de educación física y este no se ríe. -¿No entendiste?, el papá pensaba que eran cervezas y no, era la calificación de Pepito. -Ah, ya entendí.- Ríe a fuerzas.
Se acerca a mí, saluda y me dice: -ese chiste ya me lo sabía, pero no va así.- No, no va así. -Ese chiste nos lo contó el año pasado el mejor comediante de América y Ruiz Cortines. -Sí, pero no le digas.
El maestro de educación física y yo salimos de la sala de maestros, en eso entra la maestra de artes y alcanzamos a escuchar a la maestra Juanita que le dice: -Ven, manita, te voy a contar un chiste buenísimo, buenísimo, buenísimo.
domingo, diciembre 27, 2015
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