miércoles, agosto 30, 2006

El Puente Atirantado





El puente atirantado está en San Pedro, Garza García, N.L. y fue construido durante la administración del gobernador panista Fernando Canales Clariond. En su momento se dijo que ese puente no sirve para nada, yo sigo opinando que no sirve para nada pero sale muy bonito en las fotos.

Cuando me rasuro





Rasurarse, afeitarse, quitarse los pelos de la cara, transformarse en un momento frente al espejo. Después verte diferente, no es cierto que te quitas años de encima, sentirte diferente.

Me gusta traer barba y bigote pero aveces es bueno un cambio, por eso me rasuro cada mes o mes y medio.

miércoles, agosto 23, 2006

El monedero


Cómo me arrepiento de no haberme dado el balazo aquella vez del monedero.
Sucedió en una de tantas que fui a las pizcas al otro lado. Allá por los años... bueno, me acuerdo que entonces no había camino pavimentado de Monterrey a Laredo. Nos íbamos en puro tren.
Ya venía de regreso. En el otro lado me habían dado un aventón hasta poco antes de llegar a la frontera. Al bajarme del carro, la mujer que venía con el chofer también salió y se le cayó el monedero. Me acuerdo que lo veía en el suelo y al carro yéndose. Quería gritarles, pero no me salía la voz.
Me vine pensando: "Ay monedero, tas pesado y panzoncito. Hasta me bajas los pantalones. ¿Cuánto trayerás? Se siente que son bastantes billetes. Creo tas cargado. No te llevo en la mano porque eres de mujer y si te ve un malora vaya a decir algo o te quiera llevar con él. ¿Cuánto trayerás canijo? Por lo pronto te estás haciendo mío."
Había estado varios meses en la pizca de algodón. Los primeros días con la espalda hecha garras y las puntas de los dedos también. Apenas pude juntar poco más de doscientos dólares y comprar una pistolita.
Nomás pasé pal lado de México y dije: "Creo que tú ya eres mío. Tu dueña no vino por ti. Ora sí déjame contar cuánto trayes. Quinientos... mil... ah jijo, dos mil ochocientos dólares sin contar los daimes".
Pensé: "Ora sí ya la hice. Voy a comprar el terrenito que anda vendiendo don Servando. Lo da barato y tiene agua de riego; compro una yunta de bueyes, un arado, una carreta. En lugar de volver a trabajar pa él, siembro mi propio máiz. ¿Cuántas carretas de máiz sacaría don Servando el año pasado? Un montón. Ahora serían pa mí. Aunque las venda baratas sale buen dinero. Le digo a mi hermano Pablo que me ayude, así cultivamos todo el terreno. Le doy a él lo que don Servando me pagaba a mí y hasta un poco más pa que esté contento".
Venía por el camino real pensando en todo lo que iba a hacer, creo que pa entonces ya tenía un rancho enorme con vacas, casa grande, camioneta y un montón de cosas, cuando oí que me hablaron de un carro:
-- Oiga, oiga.
Era la señora y el señor que me habían dado el aventón.
-- Perdone, ¿no se encontró un monedero?
Si les he dicho que no, quién sabe si hasta la cárcel me hubieran llevado.
-- Sí... Los estuve esperando, pero no regresaron.
Contaron muy bien y estuvieron de acuerdo que no faltaba nada.
-- Gracias, tenga.
Un mugroso billete de dos dólares me dieron. Me quedé parado en el camino viendo cómo se iban con el monedero. ¡Qué cabrón tan pendejo! Traía dinero hasta pa haberle pagado a un carro que por el camino de tierra me trajera a Monterrey, y de una vez hasta el rancho nomás pa llegar presumiendo de venir en carro. Si de perdido me hubiera venido por el monte ¿cuándo me jallaban? Pero no, allí venía con mi pasito por el camino real. Saqué el cuete, me apunté a la mera sien y dije: "Aquí mero me doy un balazo pa que se me quite lo baboso".
Estoy seguro que si hubiera hecho rendir ese dinero, los yernos y nietos me traerían orita paseando pa un lado y pa otro, llevándome con el doctor y que nada me faltara. No me tuvieran en este cuartucho como traste viejo, sin dejarme ni salir a la calle. Deveras que me arrepiento de no haberle apretado al gatillo aquella vez.

Julio César Méndez

martes, agosto 22, 2006

Selva, Palenque


Pájaros cantos colores,
Lluvia de cristal en tus hojas,
corazón selva.
Caracolan tus raíces hasta tu cuerpo mojado.

Cruje en tu vena la corteza del tronco bajo mis pies.

Vuelan, saltan,

tus mariposas felices.

Hilos de hormigas sobre tu piel,

anochece.

Escucho los grillos,

los zaraguates,

Inmensidad.

Brillan tus ojos luciérnagas,

Ahora, es seguro, duermes en mí.

Nadege

domingo, agosto 20, 2006

En una secundaria de Santa Catarina...


En una secundaria de Santa Catarina de cuyo nombre no quiero acordarme, hace algún tiempo me sucedió lo siguiente: era una tarde apacible de primavera, en un grupo de tercero estábamos viendo el tema de la poesía y para hacer más amena la clase les llevé un disco de El Tri de Alex Lora. Primero escribí en el pizarrón la canción "El Niño sin Amor", los alumnos la copiaron en sus libretas y luego puse el disco en la grabadora y lo escuchamos, a los muchachos les gustó y me pidieron que la pusiera otra vez y le subiera al volumen, le subí.
Estaba de espalda a la puerta y no me di cuenta a qué hora llegó la directora, sólo escuché su estentórea voz decir: "¿Qué pasó profesor? ¿Qué está haciendo?" Un poco nervioso le expliqué que los alumnos habían copiado una canción en sus libretas y la estábamos escuchando.
"¿Qué objetivo del programa está cubriendo, profesor?" me dijo. "Ah, estamos viendo la poesía es la exteriorización de las emociones a través de la palabra escrita, les puse esta canción de Alex Lora. Aunque no es precisamente un poema, el autor logra plasmar sus emociones en esta canción", le dije un poco más tranquilo. No muy convencida, agregó: "¿Dónde dice eso?" "Aquí, mire" y le mostré un libro de poesía que me regaló mi amigo Andrés Montes de Oca, leyó el fragmento que le señalé y me dijo: "Está bien, maestro, continúe con su clase".
Cuando salió, los alumnos volvieron a respirar e hicieron algunos comentarios propios de su edad.

lunes, agosto 14, 2006

En Puebla








Estoy muy contento, muy alegre y muy feliz, porque este fin de semana estuve en Puebla y en Tlaxcala en los talleres de sensibilidad artistíca de Ricardo Yáñez.
Llegué a Puebla el viernes por la tarde y me dio alojamiento en su casa Carmen María, al día siguiente fuimos al taller. Quiero darles las gracias a todos: a Ricardo, Enrique, Fortunato, María Elena Quirós, Aurora, Servanda, Amilcar, a todos.
En la siguiente entrada voy a escribir con más detalle lo que me sucedió en Puebla, por ahora sólo puedo decir: gracias... gracias a la vida que me ha dado tanto.

miércoles, agosto 09, 2006

Niño con una hoja en los ojos


Al atardecer
corres, saltas
gritas y ríes
tanta alegría
desbordan tus tres añitos
no cumplidos
la hoja de un árbol
es tu verde antifaz
juegas a ser planta
pájaro
gato montés
caes y te levantas
no lloras
nada te detiene
ni la angustia de tu padre
que corre tras de ti.

viernes, agosto 04, 2006

Elena mira


A media tarde
desde el puente atirantado
Elena mira el Cerro de la Silla
los coches pasan a gran velocidad
trae en la espalda una mariposa tatuada
alas de colores en busca de su libertad.

jueves, agosto 03, 2006

Poem Light I


Good morning
corn flakes, hot cakes
and coffee

I love you baby
baby doll
box spring
cross your heart
always
for ever
in the night
in the night.

martes, agosto 01, 2006

Stupid boy


Con la cara llena de chocolate
y los ojos rojos
de tanto llorar
me preguntaba
¿por qué?

con los tenis de siempre
y mi reloj de mickey mouse
me preguntaba
¿por qué?

pasó el tiempo

cambié mis tenis por otros
y mi reloj de mickey mouse
por uno de supermán

con la cara llena de pelos
y los ojos rojos
de tanto fumar
me pregunto
¿por qué?